El Correo: “Yaron Traub, el músico extrovertido”
El intérprete israelí se siente muy cómodo con el repertorio que siempre ha sido el favorito de la orquesta bilbaína
César Coca
Entrevista publicada originalmente en El Correo el 9 de octubre de 2014 y cedida a Klassikbidea para su reproducción
El director israelí Yaron Traub (Tel Aviv, 1964) ha diseñado un programa para comenzar la temporada de abono de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) que es al tiempo un relato sobre lo mejor de la cultura del siglo XX. Hoy, a las 19.30 h. en el Euskalduna, abordará los primeros compases del Concierto para violín de Alban Berg, dedicado “a la memoria de un ángel”. El ángel era Manon Gropius -fallecida con apenas 18 años-, hija de Alma Schindler, que había sido la mujer de Mahler. La primera sinfonía de este, la conocida como “Titán”, será la obra de la segunda parte del concierto. Un menú muy especial para arrancar un trimestre en el que los responsables de la BOS deben decidir quién será el próximo director titular.
«Es un honor y un reto abrir la temporada», aseguraba ayer con una amplia sonrisa Traub, que ha ocupado el podio de la BOS en numerosas ocasiones desde hace una docena de años. Para afrontar ese reto ha escogido una obra de Mahler que vio ensayar a directores como Mehta y Bernstein con la Filarmónica de Israel, de la que su padre era concertino. Fue el director norteamericano quien popularizó en Europa la música de Mahler, situada durante décadas en el margen del repertorio por el antisemitismo que recorrió el continente. Sin embargo, el paso del tiempo ha sentado muy bien a este compositor, «completamente actual en este tiempo líquido» que toca vivir.
Para completar el programa -que se repetirá el viernes en el Euskalduna a la misma hora-, Traub quería invitar al violinista Guy Braunstein y la elección del Concierto de Berg fue una consecuencia lógica: era el complemento adecuado para Mahler. «Es el mejor concierto violinístico del siglo XX aunque aún resulte difícil de escuchar para muchos aficionados por su gran densidad sonora. Es una música que mira hacia delante, frente a los conciertos más conocidos del repertorio, que en general están vinculados al Romanticismo», explica el director israelí.
Las obras elegidas para el inicio de temporada son de esas con las que la BOS se siente especialmente cómoda. Es, sin duda, una herencia de los últimos titulares de la formación: tanto Neuhold como Mena son verdaderos especialistas en las obras que marcan el final del siglo XIX y la tortuosa primera parte del XX. Es también una música que por múltiples razones, algunas de ellas biográficas, es la preferida de Traub.
En declaraciones a este periódico, el director se detenía ayer en su larga relación con la orquesta bilbaína. «Es un vínculo muy estrecho, nos entendemos muy bien y creo que ha mejorado muchísimo en estos años. Hay un grandísimo potencial y los músicos captan las ideas con mucha rapidez». Estos comentarios adquieren una relevancia especial, porque esta formación se encuentra en pleno proceso de selección de su nuevo titular y fuentes del sector apuntan que Traub es uno de los grandes favoritos para ocupar el podio.
Visión global
Su visión de lo que hoy debe ser una orquesta encaja a la perfección con el modelo que parece imponerse al final de un largo ciclo de crisis: «La gestión tiene que aprender que una orquesta debe abrirse a la sociedad, mostrarle la belleza de la música, y también buscar patronos, relacionarse con empresas y bancos, involucrarse en la vida de la ciudad, con los colegios… Cuando acabe la crisis, quienes más hayan trabajado en ello estarán en la mejor situación para salir adelante», asegura con vehemencia.
Algo de eso ha sucedido también en Valencia, de cuya orquesta es titular desde 2005. Tras unos años de abundancia, los recortes alcanzaron a esa formación como a todas. «Parece una paradoja que en tiempo de recortes haya mejorado el nivel, pero lo sucedido es muy humano: cuando tu puesto de trabajo está en peligro te esfuerzas más, trabajas por el colectivo. Parafraseando a Kennedy, ya no se trata de lo que la orquesta puede hacer por ti, sino tú por la orquesta».
Los menores recursos económicos han dejado a algunas orquestas muy tocadas pero a juicio de Traub lo peor llega cuando los políticos que son los responsables últimos de las mismas «ponen impedimentos». Se refiere, por ejemplo, a la imposibilidad de contratar para cubrir las vacantes que se van produciendo. O, en el mejor de los casos, a la posibilidad de hacer sólo contrataciones temporales. «Eso perjudica mucho a las orquestas. Y a veces es algo que ni siquiera viene directamente de los gobiernos, sino de Bruselas. O, peor aún, de Alemania». Lo dice convencido de que las bajas se notan mucho en las orquestas. Aunque los alumnos de Musikene que se incorporan a la BOS en este programa le han sorprendido no solo por su formación técnica sino, sobre todo, por el entusiasmo mostrado.