Nora Franco Madariaga /
Hace escasas horas presentaba ABAO su nueva temporada, la 2019-2020, que cumplirá ya la número 68. Y lo hacía a lo grande, como sólo una entidad bilbaína lo sabe hacer, en el Teatro Arriaga –¿hay algo más bilbaíno?– y ante todo sus abonados, aficionados, patrocinadores, entidades relacionadas… con puesta en escena, presentadores de nivel, grafismos, actuación de la fabulosa soprano Jessica Pratt… Toda una bilbainada, vamos. Y lo de la bilbainada no es un decir, no es una expresión sin más, porque ABAO hacía su aparición con imagen revisada, un nuevo logo y un nuevo carácter que los renuevan por dentro y por fuera y con los que quieren formar parte de la marca y la idiosincrasia de Bilbao.
Este cambio, esta nueva actitud de cara al futuro, la explicaba su presidente Matellanes con entusiasmo porque, según sus palabras, “habrá falta de medios, pero no de ideas ni de potencial” para encarar una nueva etapa que se pone como objetivo 2028, cuando ABAO cumpla su 75 aniversario.
Y estos aires de cambio –Winds of change, que cantaban los Scorpions– se traslucen también en la música que podremos disfrutar a partir de octubre, no tanto en su calidad –porque es difícilmente mejorable– sino en la estructura del conjunto de la temporada y el equilibrio de la misma. Cesidio Niño, director artístico de la asociación, explicó al detalle a los asistentes todos los pormenores de los cinco títulos y un concierto que compondrán el núcleo de este nuevo período musical:
Comenzará la temporada con Lucia di Lammermoore de G. Donizetti, uno de esos clásicos románticos belcantistas de los que gusta el público habitual del Euskalduna, con un elenco de auténtico lujo: Jessica Pratt, Ismael Jordi y Juan Jesús Rodríguez a las órdenes de Riccardo Frizza y con la dirección escénica actual pero consistente de Lorenzo Mariani. Desde luego, un comienzo potente.
El segundo título será Jérusalem, con el que da uno de los últimos coletazos el titánico proyecto Tutto Verdi –a falta ya sólo de Alzira–. Es ésta una ópera peculiar, ya que se trata de la versión francesa que hizo Verdi de su anterior I lombardi alla prima crociata y que se da por primera vez en ABAO. Para este estreno, una puesta en escena del siempre innovador Francisco Negrín, la dirección del especialista verdiano Francesco Ivan Ciampa y el debut en Bilbao del conocido tenor canario Jorge de León.
Continúa la temporada con un añorado Wagner –¡por fin!–. El título escogido es el drama musical El holandés errante (Der fliegende Holländer), para el que contaremos con la presencia del aclamado barítono-bajo Bryn Terfel. Será Pedro Halffter quien se ponga frente a la BOS en el foso, un director que sin duda sorprenderá en el repertorio wagneriano.
De nuevo un estreno en Bilbao para el cuarto título: La fanciulla del West, una ópera al más puro estilo del Lejano Oeste, una delicia de Puccini que, increíblemente, nunca había sido representada en ABAO. Para el dificilísimo rol de Minnie, la extraordinaria soprano Oksana Dicka, dirigida en esta ocasión por el maestro Josep Caballé-Domenech y el director de escena Hugo de Ana. Uno de los platos fuertes de la temporada.
El 25 de abril tendrá lugar el habitual Concierto de ABAO que, en esta ocasión, no será tan habitual. Dedicado a Rossini, con la órquesta Verum y el maestro Nicola Luisotti, se estrenarán la cantata para solista Giovanna d’Arcoy el oratorio sinfónico-coral Stabat Mater con las grandes voces de Joyce El-Khoury, Marina Pizzolato, Paolo Fanale y Simón Orfila. Un nuevo enfoque de este tradicional concierto francamente apetecible.
Y terminará la temporada como empezó, con otro gran título de Donizetti, Anna Bolena, y otro reparto de verdadero lujo: Angela Meade, Silvia Tro Santafé, Roberto Tagliavini y Celso Albelo. Un cierre de temporada a la altura de los mejores teatros de ópera del mundo.
En conjunto, contaremos con una temporada muy sólida, bien escogida, con unos repartos verdaderamente increíbles y unas producciones acertadas y apropiadas a las características del Euskalduna. Una temporada rotunda, atrevida y contundente. Echada p’alante, como los de Bilbao.
Bilbao, Athletic, Amatxu de Begoña… y ahora también ABAO. ¿Por qué no?