La Sinfónica de Bilbao ha vuelto a recibir la visita del enérgico y sonriente Maestro Carlos Miguel Prieto, que ha ofrecido una Sinfonía Fantástica Op. 14 de Berlioz precisa en el gesto y ha contado con una BOS completa, gracias a la presencia de alumnos de Musikene en las cuerdas. La orquesta está en un momento dulce a estas alturas de la temporada y ha sido muy bien liderada por Wolf Dieter Streicher, un concertino de auténtico lujo.

Precioso solo, una vez más, de Eduardo Benetó, un corno inglés de excepción, correspondido a la misma altura por el oboe solista Nicolás Carpentier, que en esta sinfonía ha hecho el solo interno de oboe en el comienzo del tercer movimiento, “Escena en el campo”. En general, un notable trabajo de las maderas, un buen rendimiento del conjunto sinfónico y un último movimiento teñido -casi inevitablemente- por su natural proclividad hacia la grandilocuencia.